Día 5
Por suerte al amanecer mi hijo ya se sentía bien, aun así solo quiso comer galletas de soda y liquido hidratante, yo comí algo en el desayuno bufett del hotel, que por cierto nos proporcionó una buena estadía, pude atender a mi hijo toda la noche gracias al termo de agua caliente que ponen al servicio de los clientes, los cuartos son cómodos y el desayuno muy agradable.
Antes que nos vinieran a recoger salimos un rato a tomar las ultimas fotos, para que todo no sea perdido, y fue bueno pues tan temprano en la mañana las calles están casi vacías.
A las 9 de la mañana nos fueron a recoger, el viaje de regreso también salió con retraso, pero sin mayor novedad. Llegamos a Lima, y mi esposo nos esperaba en el aeropuerto.
Después de todo fue un lindo viaje, faltan tantas cosas que ver en Cusco que será motivo para regresar en unos años.
Agradezco a Dios por esta oportunidad, a mi hermana y mi esposo por el regalo, y la grata compañía de mi hijo.
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