AGOSTO IV. VIAJE A ESPAÑA Y MARRUECOS.

Como dije antes, fue muy bueno haber impreso con anticipación un mapa de la ciudad de Madrid; también haber averiguado de una buena y confiable empresa que realice tours. Así que acompañada de mi buen planito, salí del hotel Victoria, atravesé la plaza Puerta del Sol, tomé por la calle Preciados para llegar a Gran Vía, de ahí debía caminar derecho hasta la Plaza de España y buscar Julia Travels, fué un poco difícil encontrarlo, pero llegué, separé mi tour hacia Segovía y Avila para el día siguiente, me obsequiaron otro plano de Madrid, mas grande y completo, y me dispuse a aprovechar el resto de la tarde, eran recién las 4 de la tarde y me habían dicho que oscurecía tarde, así que me quedaban muchas horas de sol. Días antes del viaje había hecho una lista de los lugares que me gustaría visitar, si podía y había tiempo; averigüé que Alcalá de Henares quedaba muy cerca de la ciudad, entré en la estación de metro mas cercana y un señor muy amable me informó de todo lo que debía de hacer para tomar las conexiones que me llevarían a Atocha renfe y tomar el tren hacia Alcalá. No subía a un tren desde el año 1970, y menos aun a un tren tan moderno, estaba un poco asustada pero también muy emocionada, me ubiqué en una ventanilla para ir viendo el paisaje durante el trayecto. Como supondrán también tenía un mapa impreso de Alcalá, guiándome por mi plano tomé por el Paseo de la Estación pues mi objetivo era llegar a la Plaza de Cervantes, allí me tomé algunas fotos y conocí a una española, conversé un poco con ella, y luego me paseé un poco por la ciudad, no vi mas cosas porque tenía un poco de temor de llegar con oscuridad a la ciudad, así que a eso de las 7 y media regresé a la estación a tomar mi tren a Madrid. Como ya había averiguado el código de Perú, al llegar  a Atocha llamé a mi casa y pude hablar con mi hijo y comunicar a mi familia que había llegado a España con bien. Luego me fui paseando por la calle de Atocha hasta llegar a Puerta del Sol, al hotel y descansar.

AGOSTO III. VIAJE A ESPAÑA Y MARRUECOS.

El avión aterrizó sin problemas cerca de la 1 de la tarde, hora de Madrid,  se llevó a cabo el desembarco, luego pasar por migraciones, y después salir del laberinto que es el aeropuerto de Barajas. Me puse a seguir el flujo de personas, a través de largos pasillos, escaleras eléctricas, el tren interior, hasta encontrar las puertas de salida. Había llevado mis euros en billetes chicos y tenía bastantes monedas, así que me puse a buscar un teléfono para llamar a casa y avisarle a mi pequeña familia que había llegado bien, pero no pude hacerlo porque no tomé la previsión de averiguar el código de larga distancia del Perú, así que ahora debía preocuparme del traslado a la ciudad. Tenía recelo de tomar taxi, por estar sola en una ciudad desconocida y también por el costo, yo no estaba para gastar mucho; por suerte previamente en  Internet había encontrado el Exprés Aeropuerto, una linea de buses que conecta el aeropuerto con el centro las 24 horas del día a solo 5 euros y sin cargo por equipaje, ademas la parada de Plaza Cibeles queda cerca del hotel donde íbamos a alojarnos. Esperé el bus y cómodamente sentada fui viendo por la ventanilla el recorrido de casi 40 minutos. Había tenido la previsión de imprimir un mapa de Madrid unos días antes del viaje, y había planeado tomar el bus, bajarme en la parada de Plaza de Cibeles y caminar por la Calle de Alcalá hasta la Plaza Puerta del Sol, lo que no calculé es que era casi todo de subida y mi maletín no era muy pesado pero con los minutos de camino parecía que pesaba mas, me arrepentí de no haber llevado una maleta de rueditas, pero nada me impidió ir apreciando todo lo que encontraba en mi camino, los edificios, la gente, el clima, el trafico, así hasta llegar a la plaza Puerta del Sol y la calle Carretas, en donde se encuentra el Hotel Victoria, entré, me registré y me dieron una pequeña habitación. Dejé mis cosas y salí a ver lo que podía hacer para aprovechar hasta el ultimo minuto.

AGOSTO II. VIAJE A ESPAÑA Y MARRUECOS.

Llegado el día del viaje, con mi maleta lista desde la noche anterior, no mucha ropa, lo mínimo necesario para los 13 días y con un tamaño y peso que me permitiera llevarla en cabina; salimos casi tres horas antes para llegar a tiempo al aeropuerto, hice la cola del check-in, y en compañía de mi hijo y mi esposo nos sentamos en el patio de comidas a esperar la hora de embarque, pero creo que dilaté mucho. Si te dicen que el embarque es a las 5 y 40, pues debes ir a la puerta de embarque por lo menos una hora antes, porque las colas en inmigración son largas y lentas, por suerte el vuelo tuvo un ligero retraso, así que llegué a abordar mi avión sin mayor problema.  Me tocó un asiento en la ultima fila del avión y en los asientos del centro, no me molestaba mayormente, aunque la sobrecargo me dijo que al terminar el abordaje de pasajeros podía cambiarme mas adelante porque el avión llevaba muchos asientos vacíos; tenía razón porque el avión despegó y los dos asientos a mi lado no fueron ocupados por nadie. Luego de unos minutos los pasajeros que estaban al fondo comenzaron a buscar asientos en la parte delantera, así que me trasladé a la fila anterior a la mía y me sentí mejor ya que tenía dos asientos para mi sola y ademas una ventanilla, aunque no podía ver nada porque era de noche. Me gustó que cada asiento tuviera una pantalla individual, así que tenía muchas películas para escoger, ademas tenía mi libro si es que me cansaba de ver películas. El viaje, en general, fue bueno, aunque no pude dormir mas de dos horas en las 11 y media de horas de vuelo de Lima a Madrid, la comida estuvo muy rica y la atención bastante buena. En algún momento me arrepentí de haber dejado mi sitio anterior al descubrir que un pasajero se había recostado en los tres asientos y dormía plácidamente, pero cuando comenzó a amanecer agradecí la ventanilla porque me pasé un par de horas viendo la salida del sol, el mar y divisé algunos barcos, y cuando ya llegábamos a Madrid fue bonito ver desde lo alto las ciudades, campos y relieves que se sucedían en el camino hacia el aeropuerto de Barajas.

AGOSTO. VIAJE A ESPAÑA Y MARRUECOS.

Vuelvo a entrar después de varios meses. Estoy muy tranquila, y tengo tantas cosas que contar. En Junio, después de muchos preparativos, viajé a España con mi hermana y mi cuñado; bueno, viajé sola y ellos viajaron desde Canadá. Hacia mucho tiempo que no subía a un avión, mas de 13 años, cuando viajé a Tarapoto con mi esposo y mi hijo: y al extranjero no viajaba desde 1970. Así que cuando mi hermana me dijo que me haría este fantástico regalo, me emocionó y al mismo tiempo me asustó, pero decidí que eso no me impediría vivir esa experiencia única, porque no se si volverá a ocurrir algo así. El plan de mi hermana era conocer España y pasar unos días en Marruecos, así que lo primero que hice fue investigar en Internet acerca de los lugares turísticos de interés en todas las ciudades que visitaríamos, es increíble la cantidad de información que uno puede encontrar en la red, así que empecé a preparar listas de los sitios que me gustaría visitar, las listas eran muy largas y tuve que empezar a escoger lo que mas me llamaba la atención, sabiendo también que los planes a veces no pueden realizarse completos, hay que caminar mucho, gastar en pasajes, y mi presupuesto no era muy grande (a pesar que mi hermana me dijo que no me preocupará de nada, no era dable cargarle hasta el ultimo centavo de los gastos a realizarse), ademas ya no soy tan joven y había que tomar en cuenta el factor físico. Bueno, hechas mis listas, lo que importaba ahora era realizar los papeleos. Sacar el pasaporte fue algo fácil, solo ir al lugar donde lo dan, previo pago en el banco por el derecho de expedición, y en menos de 40 minutos ya tenía mi pasaporte en la mano. Mi hermana compró los pasajes en enero, y el viaje estaba planeado para junio, así que esperé un par de meses y en marzo fui a sacar la visa; esto no fue tan fácil, por suerte en Internet se encuentra toda la información que uno necesita para realizar este tramite (paginas del consulado de España, de la embajada, de lugares para sacar foto, etc), aún así, con toda la documentación que pedían en un caso como el mio para visa de turista, mi pedido de visa fue observado, como yo no trabajo debía demostrar que alguien me mantenía ,mi esposo, claro está, así que el tuvo que procurarme papeles de su oficina. Para suerte mía  me dieron la visa, así que me empecé a preparar  mi gran viaje.